La piel, sus distintos tipos y su cuidado

¿Qué sabés sobre tu piel?

La piel es el órgano de mayor tamaño en la especie humana y cumple muchas funciones como son:  
-Proteger frente a diversos agentes externos como sustancias químicas y microorganismos.
-Es una barrera selectiva para distintas formas de energía como son la temperatura y las radiaciones solares.
-Y además informa de posibles enfermedades que haya en el interior de nuestro cuerpo y que pueden manifestarse en nuestra piel.

Por todas estas funciones resulta un órgano muy importante en nuestra salud y debemos de conocer nuestra piel para cuidarla, tratarla y así prevenir posibles enfermedades, además de conseguir una mejor belleza exterior.
El tipo de piel de cada persona es diferente ya que todos tenemos distintos grados de hidratación, elasticidad, secreción sebácea y grosor.
Básicamente las pieles se dividen en 4 tipos según su estado más visible y cada una tiene características muy diferentes por lo que deben de tener un tratamiento diferente en cada caso. Los tipos de piel básicamente son:

1º PIEL SECA. Las pieles secas se originan como consecuencia de una perdida de agua del estrato córneo de la piel, con lo cual la función barrera de la piel es menor y los riesgos son mayores. Las pieles secas pueden estar originadas por factores propios de la persona como son la falta ó poca secreción de grasa de la piel o bien por factores externos como son las radiaciones UV, el exceso de frío ó de calor y la utilización continuada de jabones y detergentes. En casos de piel seca se deben usar productos cosméticos que hagan que la piel pierda menos agua ó bien que la rehidraten.

2º PIEL GRASA. Se caracteriza porque la producción de las glándulas sebáceas es mayor, lo que significa que se forma una capa oleosa en la piel que le da un aspecto particular.  Dentro de las pieles grasas hay tres tipos a diferenciar:

1º Piel grasa seborreica, se produce el acné y las espinillas.

1º Piel grasa deshidratada, presenta un aspecto ajado y con brillo, poros dilatados y finas arruguitas en las mejillas.

3º Piel grasa asfíctica, que se origina por la utilización errónea de productos cosméticos.

3º PIEL SENSIBLE. Son pieles que reaccionan frente a estímulos que la piel normal no reaccionaría, sufre sensaciones de incomodidad como son calor, tirantez, enrojecimiento, picor, y es frágil, clara y presenta normalmente rojeces. Por todo ello, es una piel que se debe tratar adecuadamente debido a su gran sensibilidad y fácil deterioro.

4º PIEL NORMAL. Es una piel con un correcto equilibrio entre agua y grasa, con lo cual conseguimos que el efecto barrera de la piel sea el correcto. Para que una piel sea normal el aspecto debe ser rosado y uniforme, el tacto debe ser suave,  debe estar lisa, elástica y sin arrugas, su superficie no debe presentar brillos y los poros deben ser pequeños y estar cerrados. Recordar que aunque tengamos la suerte de tener una piel normal se recomienda que sea cuidada y tratada para que esta siga en su estado normal ya que hay muchos factores ambientales que pueden llegar a deteriorarla.